¿Las redes sociales están arruinando las películas?

Por: Lesly González

Desde inicios de siglo XXI, las fotografías que los paparazzis tomaban de las celebridades han sido el pan de cada día para los medios de comunicación. Y es que para el público era una manera de dar un vistazo al día a día de su famoso favorito, no solo para ver qué hacían sino también para regocijarse con las malas fotografías de los famosos, pues es lo que le reafirmaba al espectador que no todo lo que brilla es oro, que ni sus caras, ni sus cuerpos eran tan perfectos como en la fotografía de estudio.

Sin embargo, con la era de las redes sociales las fotografías de los paparazzis llegan a un público exponencialmente más amplio y su viralidad ha generado un sinfín de polémicas y especulaciones sobre las celebridades y su comportamiento, pues la gente en internet tiende a sobreanalizar cada pequeño gesto que los famosos expresan y muchas veces comentan historias que no son ciertas.

Ejemplo de ello, la infame fotografía de Selena Gómez susurrándole algo al oído a Taylor Swift en los Golden Globes 2024.

La foto sin duda expresaba que las amigas se estaban contando un chisme impactante, dado la cara de Taylor. Sin embargo, apenas el video que captaba el momento comenzó a circular en Tiktok salieron los “lectores de labios” a traducir lo que Selena le había contado a su amiga en el evento; estas “traducciones” indicaron que Selena había platicado cómo Kylie Jenner le prohibió tomarse una foto con su pareja Timothée Chalamet, a lo cual la actriz y cantante salió a desmentir al día siguiente, cuando ya todo se había vuelto viral.

Pero ¿esto qué tiene que ver con las películas?

Muchas veces los rodajes de las películas al aire libre —sobretodo las estadounidenses— se realizan en locaciones muy transitadas, frente a museos, monumentos o lugares que caracterizan al país o ciudad en el que se desarrolla la película. El problema con esto es que, al estar a plena vista, las fotografías de paparazzi circulan con mayor velocidad en las redes sociales, al punto de poder saber dónde y a qué hora se está grabando, lo que provoca no sólo que los fans de los actores o de la película lleguen a aglomerarse alrededor de la filmación atrasando las grabaciones en el proceso, sino que, con esas fotos todo el mundo ve el proceso, los looks y posibles escenas que pueden ser claves para el efecto sorpresa a la hora de ver la película.

Pasó con “Un viernes de locos 2” y ahora está pasando con “El diablo viste a la moda 2” donde hemos visto segundos de grabaciones que nos dan a entender hacia dónde irá la secuela de la película, así mismo, el styling de los personajes en las fotografías no han sido bien recibidas por el público amante de la película original y de la moda, por lo que no sabemos si podrá influir en la producción actual o no.

En lo personal no considero que sea un problema como muchos en la industria lo comentan, opino que es incluso algo que las productoras pueden aprovechar para aumentar la expectativa del público y volverlo una estrategia de marketing para obtener grandes recaudaciones a la hora de estrenar en el cine. Porque la curiosidad es algo que nos guía y en cuestión de entretenimiento, muchos no podemos evitar comprar una entrada al cine para confirmar si será una mala película o todo lo contrario. 

Además, podemos jugar a averiguar qué va a suceder en la película con algunas fotos y unos segundos de video, pero no lo sabremos a ciencia cierta hasta que entremos a esa sala de cine y veamos la película.

Pero ¿ustedes qué opinan? ¿Es un pro o un contra?

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