Por: María Hernández

Editado por: Lesly González
La marca de moda lenta Flavante fue fundada en Guadalajara, Jalisco del 2017 por la directora creativa Itzel Real. En esta entrevista te invito a conocer la historia de Itzel y su marca de moda mexicana, ya sea como ciudadanos o personas que ya tienen un camino dentro de esta industria, sobre todo desde un enfoque más ambiental, de autoconocimiento y dirigida a las personas más jóvenes de la actualidad desde la perspectiva y de un contexto socioeconómico distinto y sin privilegios en la vida de la directora creativa de esta marca slow fashion.
Sus inicios

Ella nos cuenta que sus primeros acercamientos con la moda fueron cuando tenía 14 años aproximadamente y comenzó con su madre, quien la llevó con ella a un tianguis que se llama el “Baratillo”.
Entonces descubrí la ropa de paca que fue mi primer acercamiento a la moda por lo accesible que era y por la interacción que tuve con ese tianguis, así que, desde ese entonces empecé a tener una fijación sobre de donde provenían las prendas, y yo ya tenía internet por lo que cada pieza que tenía de paca la buscaba, encontraba la marca, el origen, los materiales, y a partir de estas interacciones con la ropa de segunda mano mi curiosidad y el uso del internet fue como me empecé a adentrar.
Posteriormente, lo que hizo fue tener un bazar de segunda mano desde inicios de sus 15 años hasta los 18, estando muy en contacto con la ropa de segunda.
Cuando tuve mi bazar llegué a tener un espacio en un colectivo para el intercambio de segunda mano que se llama el “Parque Rojo”, así pues, con los ingresos que yo generaba de la venta lo invertía en confección e ilustración y en cursos de moda.
Pues en ese entonces ella quería ingresar a la Universidad de Guadalajara – una de las Universidades con la carrera de Diseño de Modas gratuita – y entre los requisitos para acceder a la carrera tenía que tener conocimientos y experiencia previa. Tras hacerse de manera autodidacta con conocimientos en diseño y confección y ser rechazada de la Universidad de Guadalajara, comenzó a investigar y encontró la Universidad que formaría su camino profesional, el Centro de Diseño de Modas que, aunque es una escuela privada y una de la mejores escuelas de su ciudad natal, Itzel logró ingresar y cursar su carrera tras obtener una beca del 100% en 2018.
Es entonces cuando Itzel ya tenía la idea de que lo que quería hacer era tener era una marca y comenzó a desarrollarla mientras estudiaba su carrera
Me di cuenta que no existían proyectos como el mío, porque las personas que se quieren dedicar a la moda o tienen estos espacios son personas que tienen un privilegio socioeconómico diferente al mío y que no eran personas como yo, por consiguiente, me motivó mucho la idea de ser una persona desde de un contexto diferente, de otras posibilidades y de otro enfoque porque creo que la moda en México está muy enfocada a una aspiración muy europea o de Estados Unidos. Es algo que nunca me ha representado, y teniendo en cuenta esto creé Flavante. Tiempo después despegó el proyecto hasta ser lo que es hoy en la actualidad.
El inicio de una marca slow fashion y el movimiento sostenible

Bajo el contexto socioeconómico que atravesaba surgió el cuestionamiento de la forma en la que consumimos, pues desde muy joven, teniendo este trabajo de consciencia me di cuenta que el mundo lleva un ritmo muy acelerado que no me gusta, considero que la forma en la que consumimos está haciendo que nos despersonalicemos en interacciones humanas, en el trabajo, en el abuso de los recursos, en cómo se producen las cosas, la falta de cuidado que se tiene a los colaboradores…
Itzel menciona que este enfoque era como el punk para ella, una manera de nadar contra corriente y poder descubrir si es que se pueden hacer las cosas diferentes o no. Así mismo, esta idea le generaba inquietud y ganas de probarse a sí misma y de demostrarle a muchas personas que las cosas se pueden hacer desde muchos otros lugares. Desde el lado consciente.
El estilo de Flavante

Ya experimentando con formas, en colecciones más arriesgadas e interesantes en cuestiones de patronaje, mis piezas están muy inspiradas en la cultura mexicana por las texturas, cosas como el 2D, asimétricas, disruptivas, un poco saturadas, pero que también tienen esta parte funcional porque tiene que ser cómodo y duradero, tomando en cuenta el clima, el movimiento y las actividades del mexicano.
El estilo de Flavante es creativo, un poco destructivo y experimental. En general se busca transmitir un México contemporáneo a partir de ciertas artesanías o estructuras. El orgullo mexicano está muy presente en Flavante, tomando en cuenta las formas en la que es representado típicamente, con los bordados de culturas ancestrales, así como también la parte más contemporánea, teniendo en cuenta a la sociedad juvenil.
También está inspirado en la ropa de los japoneses y en el patronaje japo porque ellos son unos maestros del oversized y de las estructuras que me llaman la atención, pues, me gusta transmitir que los volúmenes sean cómodos.
Las prendas son funcionales, atemporales y auténticas. Itzel y el equipo de Flavante logran todo esto mediante las formas, estructuras, materiales, colores y el logotipo, el cual es un garabato que abraza lo abstracto. .

Así lo interesante de la marca es que llevamos una indumentaria de posibilidades porque tenemos diferentes diseños como tiernos y románticos, como los últimos vestidos que hicimos que se nos han vendido muy bien que son “el Tregua, el Guerra y el Ternura” que son muy femeninos y conservadores a la vez. También hay otros estilos que dependen de cómo los estilicen las personas ya que son muy diversos y versátiles.
Por ahora uno de nuestros best sellers es la icónica “Scrunchie de Estrella” que es muy emblemática de la marca por su tipo de diseño, su función y sobre todo de que es un accesorio que va con muchas personas y estilos.
Otro best seller de la nueva colección “Armadura” influenciada en la guerra es el “Arnés Florescer” hecha de flores e inspirada en las carretillas que usaban las mujeres en la Revolución mexicana, pues la cultura mexicana es mi inspiración, y es mi contexto de lo que vivo todos los días.
¿Qué podemos aportar nosotros como ciudadanos para que los consumidores y la marca sean un espacio más ético, responsable y amigable?

Debemos de hacer un trabajo de autoconocimiento para descubrir quienes somos y que nos representa para poder invertir en piezas que son nuestra armadura, así pues, que mejor cosa que usar algo curado por tu propia esencia generando hábitos de consumo más conscientes en el que incluso podemos dar espacio a la apreciación y sobre todo a la apreciación nacional.
El futuro de Flavante
Como directora creativa, es alguien que siempre debe de estar súper conectado con el presente, que sabe hacer la curaduría de tendencias, hábitos de consumo, entendiendo que es lo que está pasando, pero cuando se trata de mirar hacia el futuro, Itzel Real piensa en grande y sabiendo el crecimiento que ha tenido tanto ella como la marca, lo que ella preveé para el futuro parece estar más cerca de lo que creemos.
A mi encantaría poder trabajar a un punto en el momento que yo sienta que ya exprimí todo mi cerebro creativo para poder dejarle este lugar a otra mujer, y me gustaría muchísimo poder crear esta empresa que sea lugar para que se desarrollen nuevas ideas, diferentes tipos de moda y sobre todo que sea un legado para la economía mexicana, que ocupe a varios creativos y personas que se quieran dedicar a la moda y vean justamente a Flavante como un lugar seguro para desarrollarlo y vivir de ello en lugar donde se es apreciado, en donde trabajen con una comunidad que se alinea con sus valores.
Me gustaría hacer crecer a Flavante con colaboradores y una empresa estable que trascendiera a muchos años y dejar una historia con este contexto de que se hizo con posibilidades diferentes, también me encantaría estar en las pasarelas más importantes llevando el talento mexicano al mundo para que vean que las cosas se pueden realizar de otra forma.
Quiero que Flavante sea una inspiración sobre que el consumo consciente.
Me gustaría descubrir que tienen para ofrecer las personas que se inspiraron de mi trabajo y como lo pueden mejorar creando estas empresas desde formas de hacer moda en un lugar diferente contemplando la comunidad y el beneficio que tiene.
Sin duda Itzel Real es toda una inspiración para la moda mexicana y no podemos esperar para ver qué es lo siguiente que tiene para nosotros en la industria, porque definitivamente será fenomenal.
Situación actual de la moda en México
A Itzel le encanta ver a la gente hacer “upcycling” ya que va mucho con sus valores y piensa que es una especie de resistencia a la rebelión porque se ve que las personas que lo están creando de forma autogestiva. Aunque menciona la importancia de tener los conocimientos necesarios para crear prendas de upcycling, pues el hecho de que una prenda esté bien hecha evita que esta misma se convierta en fast fashion y se desheche fácilmente, contribuyendo al problema que se busca evitar con este movimiento.
Hasta que la generación Z crezca, tenga más poder y más participación en la economía va a ver proyectos más interesantes en cuestiones de moda ya que las personas que están consumiendo moda mexicana apuestan a una moda más conservadora, que está bien porque es la generación que está, pero, regresando a la participación de la generación Z el pronóstico que yo veo en unos años es que va a crecer mucho la moda mexicana de lo que ya está creciendo en la actualidad porque los consumidores aun no estan muy hambreados del diseño que la generación Z si aprecia.
Itzel también nota y aprecia el surgimiento de nuevas pasarelas y el hecho de que la moda está siendo más activa en las personas más jóvenes, quienes se atreven a experimentar cosas nuevas y divertidas.
El lado de la generación Z es más abierto y divertido porque crecimos en un mundo más globalizado, entonces observo de que la generación Z va a ser que las cosas cambien mucho y cambien la economía.