GRACIELA LEDEZMA Villicaña y EDIM: La escuela que demostró que en Baja California la moda tiene su espacio

Por: Ximena Arista

“Todos esos detallitos que se dan no fueron impedimento para que creciera, no me asuste ni deje de continuar con mi visión que tenía con la escuela, me decía esa señora, ¿Para que pones una escuela de diseño si aquí no va a servir?, eso aquí no le va a gustar a la gente” le decía una señora a Graciela Ledezma Villicaña en sus inicios como diseñadora de modas. Pero esos comentarios no la desanimaron. Al contrario, en 1992 decidió fundar La Escuela de Diseño de Modas de Baja California (EDIM), demostrando que en la capital del estado sí había espacio para la moda. 

El interés de Graciela Ledezma por la moda se manifestó desde niña al hojear revistas de moda que su tía recibía de París pero no fue hasta que en 1986, al ver bocetos de una alumna de la licenciatura de diseño de modas en Guadalajara y preguntar por informes en la universidad, se planteó escoger la carrera por primera vez, en sus propias palabras “Me encantó ver la exhibición de figurines y todo eso; me pasé un año pensando en estudiar. Finalmente, decidí, mandé mis cosas y me fui a estudiar. La carrera duraba año y medio, solo a nivel técnico, con cinco materias. Terminé mis estudios, regresé a Mexicali y empecé a trabajar como diseñadora. Tuve muy buena clientela, gracias a Dios me topé con gente bellísima que me apoyó muchísimo.”

De manera sorprendente, la escuela surgió gracias a que el interés por aprender moda era urgente y se manifestó entre la clientela de la diseñadora, Graciela nos platicó cómo, después de crear y exponer una colección de verano junto con su hija Graciela Llorente, sus clientas al comprar sus diseños pedían que Ledezma le enseñara a sus hijas lo que ella aprendió en la carrera.

“Total, pues puse un anuncio ahí que apenas se veía, pero aun así empezó a llegar gente. Empecé con dos personas y les dije: ‘Esto no es una escuela en forma, solo les daré un curso de seis meses.’ Pero empezaron a pedir más información otras chicas y ahí empezó la cosa.” Así fue como, poco a poco, el espacio inicial se llenó y tuvo que alquilar una casita en la Reforma. Sin embargo, tampoco cabían allí, lo que la llevó a invertir en el lugar donde ahora se encuentra, continuando su crecimiento con entusiasmo. 

Al abrir su propia escuela de diseño a sus 40 años, la fundadora enfrentó varios desafíos, desde largas jornadas de trabajo cosiendo para solventar los gastos y hasta malentendidos con Hacienda debido a un letrero en su taller. Un inspector la visitó por no estar registrada ante las autoridades fiscales, pero recibió apoyo de una vecina contadora que la ayudó con el papeleo. A pesar de las críticas y baches en el camino sobre la viabilidad de su proyecto en la zona, no se desanimó y siguió adelante con su visión.

El profesorado de EDIM empezó a unirse gradualmente gracias a los anuncios que estaban por la ciudad, cada uno con diversos cursos que ofrecer y que les interesaba impartir a los alumnos como diseño anatómico, clases de dibujo, bordado, entre otras, como las docentes Claudia Navarro y Maria Velazquez. 

Graciela Ledezma explicó que han organizado 4 viajes a París con los alumnos con el objetivo de que conozcan las pasarelas y los museos. Además de que tuvieron el privilegio de asistir al primer Fashion Week que se organizó para apoyar a los talentos de los diseñadores latinos con Carolina Herrera. 

“Hemos ido a eventos importantes como Intermoda en Guadalajara, que es la mejor exposición de moda en Latinoamérica. Estas experiencias son fabulosas para todos los involucrados en el área de la moda. En la ciudad de México también hemos participado en eventos organizados por Anna Fusoni, que es una conocedora del diseño de moda y siempre está cerca de los jóvenes, organizando concursos, congresos y eventos muy interesantes.” dijo la diseñadora, en su enseñanza aprovecha la influencia cultural de Mexicali, una ciudad con una rica historia que inspira diseños verdaderamente grandiosos.

De acuerdo con la página oficial de EDIM, por 30 años, la Escuela de Diseño de Modas de Baja California ha sido una destacada proveedora de talento en el estado, especializada en Diseño de Modas. Ofreciendo programas de Licenciatura, Nivel Técnico, cursos, diplomados y talleres, la institución se dedica a formar profesionales innovadores en la industria de la moda, con el respaldo de la SEP.

Con una misión de impulsar el emprendimiento y satisfacer las demandas del mercado, EDIM se posiciona como un referente en educación superior dentro del sector de la moda en México. “Para eso es la enseñanza, para que los egresados empiecen a formar un nombre, una marca, un prestigio y al mismo tiempo que les estén dando trabajo a otras personas” nos compartió la talentosa diseñadora. 

La industria de la moda es un sector en constante evolución, donde las tendencias emergen rápidamente. Desde los años 60, cuando la moda mantenía su estilo durante cinco años, hasta la actualidad, donde de un semestre a otro ya todo es diferente, los integrantes de EDIM avanzan al ritmo de la tecnología. 

Graciela Ledezma Villicaña, la fundadora, destaca que este dinamismo es lo que mantiene viva su pasión: “A mí, en lo personal, me encanta mi carrera, me gusta muchísimo, para mí este trabajo no es trabajo, es un placer, sobre todo estar tratando con gente joven, que tienen nuevas ideas, aportan nuevas cosas. Entonces eso hace también que una escuela crezca, cada chico viene con su propia visión de lo que es la moda, su propia visión de lo que ellos quieren lanzar.”

Para seleccionar una temática para las pasarelas de cada temporada, se busca una conexión cultural que resuene tanto con los participantes como con la audiencia. La elección de temas, como los de inspiración mexicana en las pasarelas de finales de noviembre o principios de diciembre, o la influencia de la cultura china en la pasarela de verano en Mexicali, refleja una intención de celebrar tradiciones cercanas y familiares. 

El aprendizaje más valioso que Graciela Ledezma Villicaña ha obtenido dentro de la industria de la moda es que, aunque es un negocio jugoso, exige atención al detalle y calidad en cada prenda. Para ella, incluso las prendas más económicas deben estar bien confeccionadas. “Más que aprendizaje, creo que ha sido una aventura dentro de la moda, que es cíclica, es arte, es divertida y es algo que se ve a diario” agregó. 

A los jóvenes que buscan formarse como diseñadores, Ledezma les aconseja centrarse en la calidad y ser puntuales en sus entregas. Aunque la experiencia puede traer desafíos, es fundamental aprender de ellos para crecer. Además, subraya la importancia de la imagen personal de un diseñador, considerando que su presentación, vocabulario y conducta son tan relevantes como su habilidad técnica. Para ella, un diseñador de modas debe reflejar profesionalismo en todo momento, porque la imagen cuenta tanto como el talento.

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